Jueves, 22 de septiembre del 2005 - Crítica de Elephant.

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ún me estoy preguntando que es lo que pudo ver el Cannes de 2003 en la supuesta obra maestra de Gus Van Sant, "Elephant". En realidad no debería sorprenderme, teniendo en cuenta algunas de sus otras polémicas elecciones, por ejemplo el premiar doblemente y casi consecutivamente el trabajo de los hermanos Dardenne, es decir, un concepción del cine tan extraordinaria como cerrada, o galardonar obras teniendo en cuenta exclusivamente las circunstancias políticas (como si su voz fuera imprescindible), como ocurrió con el muy irregular documental "Fahrenheit 9/11" (sobre todo con respecto a la obra anterior de Moore, muy superior en todos los sentidos). Yendo al grano: exceptuando algunos detalles que después destacaré, no acabo de encontrarle la maestría, y mucho menos la gracia, a esta película que retrata los desgraciados y siniestros sucesos de la escuela de Columbine, supongo que por todos conocidos. Para decirlo llanamente: esta película me ha dejado frío. O eso, o no he sabido entenderla. No comprendo por qué Van Sant nos interesa en unos personajes que no introducen ningún contraste con respecto a los demás, a los que describe huyendo de los tópicos, pero sin una gota de intención y sí, quizá, con bastante superficialidad. O no he captado nada de lo que las imágenes pretendían transmitir, o esas imágenes no significaban nada. La apuesta por narrar la historia a través de un retrato coral de la juventud estadounidense es un ejercicio de corrección, de ponderada moderación, de frialdad narrativa. Un ejercicio pleno de una crítica social timorata. Quizá pretendiera ser realista, pero entonces se trata de un realismo mal entendido. Un realismo sin emoción no es tal. Un realismo que nos convenza de los personajes, que no se sienta obligado a abarcarlo todo, que seleccione y excluya, sí lo es. Un realismo que tome partido, que no pestañee al decir las cosas con claridad, también... Con la elaborada faceta formal de la obra, incluyendo la colorista fotografía, gana la escena, pero no el film. La expresiva iluminación, la inteligente utilización de la cámara subjetiva (sobre todo en los momentos cumbres, en los primeros planos del estudiante-pistolero dominando el improvisado campo de tiro, en un segundo plano, desenfocado), la afinada manipulación del tiempo y el espacio, con cámaras lentas, transiciones entre lugares y personajes, todo en medida sincronía con el tempo del film y en perfecta combinación con el sonido, son entre otros, recursos que dan fe del talento del realizador, y que al tiempo le podrían servir para cualquier película (y a cualquier director a quien no le preocupe dar al fondo de su obra la forma que le sigue lógicamente, o sea, a casi todos). No quisiera convertir "Elephant" en un descalabro, porque no lo es, lo impide el comedimiento del realizador, pero sí quiero señalar algunas obviedades que sí merecerían galardón, como las precisiones que hace en relación de los jóvenes asesinos, que disfrutan con videojuegos violentos, navegan por sitios web relacionados con las armas, e incluso se atreven a ver un sospechoso documental sobre el nazismo, aunque son capaces a la vez de interpretar al piano las más elevadas sinfonías. Sin duda, en este punto Van Sant ya ha llegado a la médula del problema, y el espectador ha sido preparado para comprender las oscuras motivaciones de los criminales... En el lado opuesto a estos últimos nos encontramos con unas víctimas sin tacha, jóvenes normales con sus pequeños defectos y fragilidades, la mayoría incluso muy creativos. Sinceramente, "Bowling for Columbine" (con todas sus simplezas) está fechada el año anterior, 2002, y en cualquier caso, por lo visto en el film creo que a Van Sant no se le dan nada mal los silencios... En fin, una película excelente para amantes de un formalismo sin tapujos, un lirismo ambicioso y vacío.
Hamm ( enviar correo) |
Ficha técnica y artística:
Título original: "Elephant"
País y año: EE.UU. (2003)
Género: Drama
Fecha del estreno: 28/11/2003 Duración: 81'
Sinopsis: Es un bonito día de otoño. Eli, camino de clase, convence a una pareja de roqueros para hacerles unas fotos. Nate, termina su entrenamiento de fútbol y queda con su novia Carrie para comer. John deja las llaves del coche de su padre en la conserjería del instituto para que las recoja su hermano. En la cafetería Brittany, Jordan y Nicole cotillean y critican a sus madres. Michelle va corriendo a la biblioteca mientras que Eli saca fotos a John en el vestíbulo. John sale del instituto y se dirige a los jardines junto a Alex y Eric. Parece un día cualquiera pero no lo es.
Director: Gus Van Sant
Guionista: Gus Van Sant
Montador: Gus Van Sant
Producción: Dany Wolf
Productores ejecutivos: Diane Keaton, Bill Robinson
Fotografía: Harris Savides
Casting: Mali Finn, Danny Stoltz
Ayudante de dirección: Dany Wolf, Sally Sue Beisel
Producción: Jt Leroy, Jay Hernandez
Intérpretes: Alex Frost, Eric Deulen, John Robinson, Elias Mcconnell, Jordan Taylor, Carrie Finklea, Nicole George, Brittany Mountain, Alicia Miles, Kristen Hicks, Bennie Dixon, Nathan Tyson, Timothy Bottoms, Matt Malloy, Ellis E. Williams, Chantelle Chriestenson
Ficha yahoo.es
Ficha imdb.com
Ficha "Gus Van Sant" imdb.com
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Viernes, 23 de septiembre del 2005 02:21 am |
Pablo PERÚ ( enviar correo) |
"Elephant" es un buen ejercicio de preciosismo formal sobre un tema - paradojas del cine - extraído de la vida real. La película de Gus Van Sant recrea el antes y el durante de la masacre de la secundaria Columbine, arrasada en 1999 por dos estudiantes suicidas armados hasta los dientes. Lo mejor del film son las escenas que nos introducen en el quehacer diario de un grupo de jóvenes de la clase media norteamericana. Adolescentes sensibles y apáticos, incapaces de comunicarse con sus padres pero diestros en la compra de armas por Internet. Lamentablemente este acercamiento - que anticipa cierto realismo - se diluye en la vanidosa puesta en escena de Van Sant, quien opta por largos planos secuencia - como los que nos muestran los pasadizos de Columbine - que primero deslumbran y luego revelan su gratuidad.
Michael Moore abordó con solvencia periodística el mismo tema en su documental "Bowling for Columbine", mientras GusVan Sant prefiere convertir la masacre en un poema audiovisual, exquisito y hueco a la vez. |
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Sábado, 24 de septiembre del 2005 04:11 am |
Hamm ( enviar correo) |
Con lo dicho por Pablo, creo que lo siguiente pasa ya a ser directamente un encarnizamiento, pero veamos lo que dice un usuario de imdb, Howard Schumann, sobre el film:
(...) does not attempt to explain Columbine or uncover its underlying causes, and there is no revealing epiphany. His film is a highly stylized, dreamlike tone poem that defies linear conventions and is almost surreal in its approach. Using flashbacks and recurring images from different points of view, the film captures the mood and tone of its adolescent world: (...)
Sinceramente, no se debe pretender explicar lo injustificable, pero posicionarse en el arte, en la ficción, es inevitable. Van Sant lo demuestra con su retrato benéfico, bastante fuera de la realidad según lo visto en la obra de Moore, de las víctimas del crimen. Claro que, además, su intento de ser neutral, hace que dicho retrato se convierta en la descripción de unos personajes bastante superfluos respecto a la historia a relatar. En cuanto a los verdugos, está claro que ha marcado un hito en el simplismo más feroz, y me extraña que en Cannes no lo hayan advertido negativamente. No se puede pretender explicar lo injustificable, pero el cine existe para la reflexión, para deconstruir las psicologías y las sociedades. Lo contrario es hacer una obra, como esta, nula emotiva y expresivamente, que se puede asimilar perfectamente a lo que es un reality show televisivo, con las graciosas e intrascendentes particularidades de cada personaje (y con toda su falsedad incluida). Sin arrojo no hay verdad ni realismo posibles, solo hay mentira. Hubiera preferido incluso una obra maniquea, ultraconservadora, que se recrease en la condena a los criminales. Por otro lado, quizá confió demasiado Van Sant en que la sociedad estadounidense, que ya se había visto afectada al seguir los acontecimientos en directo, se conmoviese con facilidad (creo que entonces, eso se llama oportunismo) ante su relato... Por cierto, el comentario transcrito aquí arriba, dice que el film está narrado desde diferentes puntos de vista. Completamente de acuerdo, porque lo que yo me pregunto es si desde esos diversos ángulos se llega a explicar algo... |
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Sábado, 24 de septiembre del 2005 06:14 am |